Un día le pasó: olió un color. Al principio no sabía que era un color, podría haber sido cualquier cosa, pensó él, pero ese día estaba con un amigo que podía ver. Juntos se dieron cuenta de que el hombre ciego estaba oliendo un color. Era el color verde. El tipo de verde que era tan fuerte en el bosque que no podía ver casi ningún otro color. Era el olor de la menta.
Después de esta experiencia decidió hacer experimentos para poder identificar los olores específicos de cada color. Había una miríada de variedades de olores y pasó mucho tiempo antes de que él pudiera identificar todos y atribuirlos a sus propios colores. Sin embargo, por fin, logró su propósito y desde ese momento la gente decía que él tenía un talento especial.
ME PARECEN INTERESANTES TUS CREACIONES. CUÁNDO LEÍ CON EL ALMA EL SEÑOR QUE OLÍA COLORES SUPE QUE EN REALIDAD PODRÍA HABER SIDO EL AMAR LA VIDA LO QUE PRODUCÍA QUE PUDIERA DESCIFRAR LO QUE OLÍA UN COLOR. A VECES LAS PERSONAS QUE TENEMOS TODOS NUESTROS SENTIDOS A PLENITUD SOMOS INCAPACES DE OLER LOS COLORES. FELICIDADES.
ResponderBorrarESPERO QUE PUEDAS VISITAR MI BLOG http://monseroca.blogspot.com SIGUE ASÍ.